martes, 8 de septiembre de 2009

CAMPAÑA SEMANA POR LA PAZ 2009

Del 6 al 13 de septiembre Este año la Semana se enfoca en la defensa y protección de la VIDA: la propia, la de los demás, de la familia, de los vecinos; la vida de la naturaleza y la que se expresa en toda la creación, para celebrarla en la cotidianidad y preguntarnos nuevamente por el sentido y significado del hecho de Vivir y del gusto de hacerlo. La Iglesia Católica, el Colectivo Ecuménico, organizaciones sociales e instituciones que trabajan por la defensa y el respeto a la vida, preocupadas por la reiterada vulneración a su dignidad e integridad, invitan a cada uno y cada una a hacer explícito el acuerdo mínimo entorno a ella ¡VIVO POR LA VIDA!...Y ¿TU? ) Algunas ideas para acompañar tus actos de paz:
  • Recoge tus compromisos, revísalos y asúmelos.
  • Realizarlos es el mayor aporte que puedes hacer para construir PAZ desde tu cotidianidad.
  • Piensa que cada acto que realizas es potencialmente un acto de paz y que efectivamente puede cambiar las cosas.
  • Confía en el valor de cada uno de tus actos y realízalos a conciencia sin esperar a que otros lo hagan primero.
  • Hazlo. Con tus actos haces el mundo que quieres.
La Vida Nuestra Mejor Opción. Desde mi lugar, sin salir de casa, sin pararme de mi escritorio puedo proteger la vida y aportar a la paz. Muchas veces pensamos que la protección de la vida sucede afuera mientras estamos ocupados haciendo muchas de nuestra labores pero es justo allí, en la manera en como nos relacionamos, en las decisiones que tomamos, donde aportamos para su protección: siendo generosos al referirnos y tratar a los demás y siendo críticos cuando vemos la vulneración de la vida y su dignidad tanto en nosotros como en los demás, expresando y haciendo visibles estas situaciones, que ponen en riesgo la calidad de nuestras relaciones con los demás y con el entorno y que desencadenan diferencias y enemistades que llevadas a extremos, nos aleja de la vida y su poder.

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ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESUS

ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESUS
ACORDAOS Acordaos ¡oh sagrado Corazón de Jesús! de todo lo que habéis hecho por salvar nuestras almas, y no las dejéis perecer. Acordaos del eterno e inmenso amor que habéis tenido por ellas; no rechacéis estas almas que vienen a Vos, agobiadas bajo el peso de sus miserias oprimidas bajo el de tantos dolores. Conmoveos a la vista de nuestra debilidad, de los peligros que nos rodean por todas partes, de los males que nos hacen suspirar y gemir. Llenas de confianza y amor, venimos a vuestro Corazón, corno el corazón del mejor de los padres, del más tierno y más compasivo amigo. Recibidnos, ¡oh Corazón sagrado! en vuestra infinita ternura; hacednos sentir los efectos de vuestra compasión y de nuestro amor; sed nuestro apoyo, nuestro mediador cerca de vuestro Padre, y en nombre de vuestra preciosa sangre y de vuestros méritos, concedednos la fuerza en nuestras debilidades, consuelo en nuestras penas, y la gracia de amaros en el tiempo y de poseeros en la eternidad. Corazón de Jesús, yo vengo a Vos porque sois mi único refugio, mi sola pero cierta esperanza; Vos sois el remedio de todos mis males, el alivio de todas mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente infalible e inagotable para mi, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Estoy seguro que no os cansaréis de mí y que no cesaréis de amarme, protegerme y ayudarme, porque me amáis con un amor infinito. Tened piedad de mi, según vuestra gran misericordia, y haced de mí, por mi, y en mí todo lo que queráis, porque yo me abandono a Vos con una entera confianza de que Vos no me abandonaréis jamás. Así sea.